
Los alumnos de Casvi Villaviciosa ya se encuentran en Andorra. En concreto en la estación de Grandvalira. Con 210 kilómetros esquiables, 127 pistas para todos los niveles (tres de ellas de Copa del Mundo) y garantía del 65% de superficie innivada. Será el próximo viernes 18 de marzo cuando vuelvan, seguro, con grandes experiencias que contar.
Son tres los objetivos de esta Semana Blanca de los alumnos de Casvi Villaviciosa en Andorra:
Todos aquellos que se hayan puesto alguna vez unos esquíes y se hayan deslizado, gracias a ellos, por una montaña llena de nieve, conoce las sensaciones tan gratificantes que esto produce. Pero no solo eso. No importa el nivel de cada uno. El deporte del esquí es una actividad completísima para cualquier persona. Y por supuesto, para los alumnos de Casvi Villaviciosa en Andorra. Y es que se trata de un deporte cuyos beneficios no solo afectan al apartado físico. También tiene un efecto revitalizante para la mente.
Dado que el deporte de esquiar se practica en las zonas altas de las montañas, esto nos facilita el respirar aire puro, sin contaminación, lo cual trae como consecuencia que la sangra se oxigene de forma rápida. A esto se añade que, al estar practicando ejercicio aeróbico a gran altitud, fortalecemos nuestro organismo frente a las enfermedades cardiovasculares. El socio perfecto contra el colesterol, capaz de hacernos quemar casi 700 calorías en una hora de disfrute en la nieve.
El esquí es una de las disciplinas más completas que existen. Y esto es así porque no solo ejercitamos todo el tronco inferior. También, al obligarnos a ir adaptándonos al terreno, trabajamos otras partes del cuerpo: brazos, torso y espalda. Pero no solo eso, esquiar es un excelente deporte para tonificar y reducir el volumen de la zona abdominal. Y como es lógico, al ser un deporte de resistencia, es muy eficaz a la hora de recuperar el tejido muscular que perdemos con el paso de los años.
Necesitamos de una buena concentración para bajar por una pendiente y lograr adaptar de forma óptima nuestra posición, de tal forma que no nos caigamos. Esto trae como consecuencia que poco a poco mejoremos nuestra propiocepción, lo que significa que fomentamos la consciencia corporal adaptando nuestra postura al medio, en este caso, la montaña. También propicia el buen desarrollo del equilibrio y la flexibilidad.
Al exponer nuestro cuerpo a la pendiente, nuestros pies y rodillas trabajan intensamente de manera que se fortalecen y permiten que, al envejecer, no surjan tantas lesiones. Nuestros huesos también salen beneficiados, ya que este deporte disminuye el riesgo de padecer osteoporosis.
En definitiva, y por si fueran pocos los beneficios físicos que nos aporta este deporte y que disfrutan los alumnos de Casvi Villaviciosa en Andorra, hay que añadir que mentalmente es la herramienta idónea para liberar tensiones y preocupaciones. Y como debemos de estar atentos en todo momento al terreno, esquiar nos ayuda a desarrollar nuestra concentración, a la vez que disfrutamos de un magnífico paisaje.