Disfrazarse es uno de los juegos favoritos de nuestros peques, pero no solo es ponerse un traje diferente. Todas las fotos AQUÍ.
Es, además, una careta; un atrezo…
Pintarse la cara…
Desarrollar destreza manual y psicomotricidad…
Identificarse con ese otro personaje que tiene algo que le gusta, que le admira, que es valiente, atrevido…
Igual que hablan con sus muñecos, inventan historias y personajes, al disfrazarse desarrollan su fantasía e imaginación y exteriorizan sus emociones.
En Carnaval todo disfraz es válido. Lo importante es el entusiasmo, la creatividad y la confianza en sí mismos, sin olvidar el respeto y la tolerancia, consiguiendo atributos como ser solidarios, equilibrados, íntegros y con una mente abierta, tan presentes en nuestra metodología IB.