Nuestro CEO, Juan Luis Yagüe, protagonista hoy de la VII Jornada de Educación de Madridiario

“Nadie va a ser bueno en algo que no le gusta”. Así de tajante se ha mostrado Juan Luis Yagüe, CEO del Grupo Educativo Casvi (formado por el Colegio Privado Internacional Casvi Villaviciosa, Casvi International American School y el Colegio Concertado Casvi Boadilla) en cuanto a la importancia de la vocación, tanto para los alumnos como para los propios docentes. “Les decimos a nuestros alumnos que deben estudiar aquello que verdaderamente les gusta. Aquello que les apasione”, añade. Para ello, desde el Grupo Educativo Casvi apuestan por “conseguir que el niño reflexione, desde 1º ESO, acerca de aquello que le gusta y en qué ámbito y carrera se podría desarrollar. Los programas de orientación cumplen una función muy importante a este respecto”.

Una apuesta por la vocación, no obstante, que no sería posible sin profesores competentes y capaces de, más allá del currículo, formar personas. “La buena formación de los alumnos la crean los buenos docentes, docentes vocacionales, que se empleen con pasión y amen su labor. Muchas veces nos olvidamos de los docentes y son fundamentales a la hora de formar de manera integral a los estudiantes. Que sean buenos profesionales y, sobre todo, personas capaces de salir a la sociedad y transformarla. Desde el colegio a la universidad, los profesores deben ser un ejemplo y enamorar al alumno”, apostilla Díaz.

Irastorza, director general de la Universidad Villanueva, ha puesto el foco dentro de la Jornada de Educación de Madridiario, en la importancia de combinar formaciones que, hasta la fecha, habían sido compartimentos estancos, sin relación alguna entre sí, para ofrecer una formación más completa y orientada hacia una mayor empleabilidad. “Debemos combinar distintas formaciones, incluso entre ciencias y letras, y conjugar así profesionales más completos”, asegura.

En materia de internacionalización, los ponentes han coincidido a la hora de señalar la importancia de los programas de intercambio, tanto de estudiantes como de docentes. “Se trata de propiciar que nuestros alumnos y profesores vayan a otros centros escolares y conozcan diferentes realidades. También que estudiantes extranjeros vengan a Madrid. Sentarse con alguien que piensa diferente permite abrir la mente y enriquece mucho a nivel de multiculturalidad. Además, nuestra región tiene todos los ingredientes para captar el talento que viene de fuera: una gran oferta formativa y cultural, buenos servicios públicos, seguridad ciudadana…”, aseveran.

El cierre de la mesa ha girado en torno a la importancia de la empleabilidad a la hora de diseñar la educación que debe recibir el alumnado. “La Comunidad de Madrid tiene el potencial para acabar por convertirse, en un futuro próximo, en la comunidad universitaria puntera en todo el mundo. Estoy convencido de que es así, pero para ello hay que conjugar tradición con modernidad e investigación. También adecuar los programas formativos a las necesidades del tejido productivo mundial y alcanzar así un grado de empleabilidad aún mayor. Solo así conseguiremos que nuestros alumnos sean capaces de competir por un puesto, ya sea universitario o laboral, con cualquier otro ciudadano del mundo”, ha concluido Díaz.