Los niños aprenden tocando, probando, sintiendo, oliendo y escuchando. Por eso las actividades de cocina son ideales para ellos. La cocina es un fantástico lugar para enseñar y desarrollar las destrezas de los más pequeños: la comunicación; la confianza en sí mismos al realizar tareas reservadas a mayores; o la motricidad fina y gruesa a través de uso de los utensilios de cocina. Además, así aprenden a probar nuevos alimentos y tempranos conceptos de matemáticas y ciencia (sistemas de medida y procesos físicos y químicos).
Online o presencial, solo sabemos hacer bien una cosa, dar siempre la mejor educación posible a sus hijos.